El golpe de Estado

Fal Conde, del Partido Carlista, el más extremista de toda la derecha, hizo contactos con Benito Mussolini para obtener su apoyo en un eventual alzamiento contra la República. Este aprobó el plan y facilitó fondos para la compra de armas para el Requeté, que las recibió pasándolas de contrabando desde Francia.

Los políticos de izquierda navarros denunciaron repetidamente ante Gobierno Republicano ese hecho, así como a los grupos de carlistas que hacían instrucción militar abiertamente, actividad esta documentada con numerosas fotografías, una de las cuales se incluye a continuación. Bengaray lo hizo a través de su partido Izquierda Republicana y, personalmente, al entonces ministro socialista y su amigo personal, Indalecio Prieto. También Jesús Monzón, del PCE, lo hizo y se entrevistó con Casares Quiroga, Jefe del Gobierno, mediante los buenos oficios de Dolores Ibarruri, la Pasionaria. La respuesta de este fue: “Ustedes los comunistas ven fascistas por todas partes” (6). Así quedó todo igual y los carlistas con las manos libres para seguir recibiendo las armas que habrían de acabar con la República. Es interesante leer el relato que de este hecho hace la Pasionaria, en la referencia (17).

Golpe Estado

La situación en Pamplona en los días anteriores al golpe de estado era ya de mucha inquietud. En esos días, a Ramón Bengaray lo acompañaba constantemente, probablemente como guardaespaldas, el periodista también fusilado Alberto Lamas, persona muy alegre y bromista. Su relación con Bengaray era de amistad: todos los días comía con la familia y bromeaba con todos. Probablemente yo lo recuerdo porque solía dejar su pistola encima de un mueble a llegar a nuestra casa.

El 12 de julio era asesinado por extremistas de derecha el Teniente Castillo, oficial de la Guardia de Asalto[1]. La respuesta llegó la siguiente madrugada con el asesinato de José Calvo Sotelo, político de derechas, por parte de un grupo de miembros de las mismas fuerzas de seguridad. Estos acontecimientos fueron la chispa que prendió la rebelión.

Las fiestas de San Fermín del año 1936, que se celebran en Pamplona entre el 7 y el 14 de Julio, sirvieron al General Mola, jefe del Movimiento y Capitán General de Navarra, para afinar los últimos detalles de la sublevación. El día 17 de Julio se levantó Franco en África y el 18 se consolida el golpe en Navarra. Mola acabó con el único intento de resistencia asesinando al Comandante de la Guardia Civil de Navarra, Rodríguez Medel, que había permanecido leal a la República.

Mientras tanto, los políticos del Frente Popular y algunos sindicalistas estaban reunidos con Menor, el Gobernador Civil de Navarra, tratando de formar un gabinete de crisis. Allá estaban Ramón Bengaray y Aquiles Cuadra, de IR; Jesús Monzón, del PCE; su hermano Carmelo y Constantino Salinas, del PSOE; Antonio García Fresca, concejal; Natalio Cayuela, secretario de la Audiencia; Tiburcio Osácar, director de “Trabajadores”; Salvador Goñi y Antonio García Larraeche, concejales (6).

Al percatarse de que ya no había ninguna posibilidad de resistencia, se desperdigaron buscando refugio donde pudieron. Algunos consiguieron salvar sus vidas, pero otros terminaron asesinados por los rebeldes.

Al día siguiente, 19 de julio, los requetés se adueñan de Pamplona y del resto de Navarra, presentándose una débil resistencia únicamente en el valle del Bidasoa y en algunos puntos de la Ribera Navarra.



[1] La Guardia de Asalto fue un cuerpo policial de seguridad de tipo político que fundó la República.

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